Descripción:
Miguel Morey, con la gran inteligencia y con la prosa precisa y elegante que lo caracterizan, nos invita a pensar nuestra soledad inmersos en la lectura, porque es la nuestra una soledad letrada, una soledad literata, «la soledad que nace en el interior de ese espacio que abre el lector que lee para sí. Y es la soledad del escritor, simétrica, también. “Escribir es defender la soledad en que se está”, le escuchamos decir a María Zambrano unas páginas más adelante. Y, efectivamente, se trata de esto, casi sólo de esto, en las páginas que siguen: de la soledad de leer y de la soledad de escribir, del leer y el escribir como modos mayores de interrogar la propia soledad. Y de la mayoría de edad y del saber acompañarse».